Fue nombrado Pueblo mágico en el año 2018. Su nombre proviene del náhuatl ‘ameyalco’ o ‘ameyalli’ que significa “lugar de manantiales”.
Amealco estaba habitado principalmente por pueblos otomíes, una de las culturas indígenas más antiguas y significativas del centro de México.
En 1538, los españoles fundaron oficialmente la villa con el nombre de San Ildefonso Tultepec, integrando a la población indígena a la estructura colonial. Amealco se convirtió en un punto importante para la evangelización y la organización política de la región.
Durante la guerra de independencia, los habitantes de Amealco participaron activamente en la lucha insurgente contra el dominio español, aportando combatientes y apoyos para el movimiento.
En la época de la Revolución Mexicana, el municipio fue escenario de varios combates entre los grupos revolucionarios, habiéndose realizado en esta población varias batallas entre Villistas, Carrancistas y Zapatistas.
En el siglo XX, Amealco consolidó su identidad cultural principalmente a través de la artesanía otomí, destacándose las famosas muñecas de trapo hechas a mano, que se han convertido en un símbolo representativo de la comunidad y su patrimonio cultural.
Hoy en día, Amealco mantiene viva su herencia indígena y colonial, mezclando tradición y modernidad. La comunidad sigue preservando su lengua, artesanía, festivales y costumbres, mientras impulsa el turismo cultural y natural, mostrando su riqueza histórica y belleza ambiental a visitantes nacionales e internacionales.